Único álbum del dúo que formamos junto a la cantautora La Vero Paz entre 2016 y 2018.

Esos 2 breves años fueron suficientes para construir un universo sonoro y audiovisual de fuerte carácter e identidad y mucho de eso tuvo que ver con las condiciones de vida que elegimos tener durante el primer año.

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Nos encerramos durante 3 meses para componer, producir y grabar el álbum en una casa del siglo XVIII (que fue iglesia durante el SXVI), en Atienza, Castilla La Mancha. Gozando de las beneficios de un aislamiento autoimpuesto en un pueblo de 500 habitantes durante el crudo invierno manchego nos comprometimos a crear enfocados radicalmente en los sentires internos de cada uno. Sin distracciones externas no había adonde mas mirar.

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Permítanme ponerlos en contexto histórico-geográfico: Atienza gozó de una notable importancia durante la Edad Media, y comenzó a experimentar un declive a partir del Siglo XV. El Cid Campeador pasó por estas tierras hacia el destierro, llamando a Atienza "peña muy fuerte", según lo escrito en "El Cantar del mio Cid". Además, hay un pequeño trozo del camino de Santiago que pasa por esas tierras.

Al sitio no llegan trenes y el bus no ingresa a la ciudad. Es como un punto perdido en medio del mapa, y la referencia citadina mas directa es la vecina ciudad de Sigüenza.

Nuestra casa estaba ubicada justo frente al viejo castillo de Atienza.

El proceso de grabación se llevó a cabo en un formato de home-studio. Además, contábamos con un armonio francés Christophe & Etienne de 1908 y muchas otras joyas (la casa tenía su propio museo de instrumentos musicales el cual, obviamente, profanamos)

Toda ésta surrealista situación puede verse en el micro-documental "Sembrando un disco", el cual pueden encontrar mas abajo. En la sección "Piezas Audiovisuales" desarrollo más en profundidad esa obra.

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